Amanda Reyes

It is with profound sorrow that we announce the peaceful passing of Amanda Reyes on April 22, 2024, born on October 16, 1948. A loving, happy, and witty woman, Amanda brought joy and laughter to all fortunate to know her. Her spirit and energy will be deeply missed. Amanda leaves behind a legacy of love. She is survived by her devoted husband of over 30 years, Paul E. Reyes. Together, they parented and nurtured a loving family. Her children, Carlos Salmeron, Paul Salmeron, and Cecilia Rodriguez, owe their strength and resilience to her unwavering support and guidance. She also leaves behind a stepdaughter, Karla Reyes, whom she cared for as her own. One of Amanda's greatest joys was being a grandmother. She cherished the time spent with her grandchildren, Christopher, Julian, Nicholas, Sebastian, Sofia, Karina, Antonio, Jennifer, Hector, and Emily. She loved them all dearly, and instilled in them the values of kindness, respect, and the importance of family. They will greatly miss her homemade pupusas. Her love extended beyond her immediate family, and she was a dutiful daughter to Carmen Aguilar. Even through her late years, her unyielding devotion and care are a testament to her love and commitment. The loss of Amanda leaves an irreplaceable void in our hearts. Her love and light will continue to guide and inspire us. Her memory will be cherished by her loved ones and remembered fondly by all who knew her.

Con profundo dolor anunciamos el fallecimiento tranquilo de Amanda Reyes el 22 de abril de 2024, nacida el 16 de octubre de 1948. Amanda, una mujer cariñosa, feliz e ingeniosa, trajo alegría y risas a todos los afortunados de conocerla. Extrañaremos profundamente su espíritu y energía. Amanda deja un legado de amor. Le sobrevive su amado esposo durante más de 30 años, Paul E. Reyes. Juntos, criaron una familia amable. Sus hijos, Carlos Salmerón, Paul Salmerón y Cecilia Rodríguez, deben su fuerza y resistencia a su apoyo y guía inquebrantables. También deja una hijastra, Karla Reyes, a quien queria como si fuera suya. Una de las mayores alegrías de Amanda fue ser abuela. Apreciaba el tiempo que pasó con sus nietos, Christopher, Julian, Nicholas, Sebastian, Sofia, Karina, Antonio, Jennifer, Hector y Emily. Los amaba a todos increiblemente y les inculcó los valores de la bondad, el respeto y la importancia de la familia. Extrañarán mucho sus pupusas caseras. Su amor se extendió más allá de su familia inmediata y fue una hija carinosa para Carmen Aguilar. Incluso en sus últimos años, su inquebrantable devoción y cuidado a su madre fue un testimonio de su amor y compromiso. La pérdida de Amanda deja un vacío irreemplazable en nuestros corazones. Su amor y luz seguirán guiándonos e inspirándonos. Su memoria será atesorada por sus seres queridos y recordada con cariño por todos los que la conocieron.

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